Helou viajeros! como ya sabréis, nos aventuramos a coger una escapada sorpresa con Drumwit (tenéis un post sobre nuestra experiencia con ellos si pincháis aquí). Como resultado, acabamos pasando 3 días en Turín.
La verdad, es que no sabíamos nada de esta ciudad, más allá de que estaba en el norte de Italia, que ha sido sede de unos juegos olímpicos de invierno y que es la ciudad donde juega la Juventus.
Quizás por ello, íbamos con muy pocas expectativas sobre la ciudad, y después de tres días visitándola nos ha encantado!!
Seguro que se pueden ver muchas más cosas en Turín en tres días, pero decidimos tomarnos esta escapada con calma, ya que dos días después nos esperaba nuestro viaje a Japón, y no queríamos acabar con la energía antes de empezar.
Así que en este post os voy a contar todo lo que ofrece Turín y qué visitamos nosotros en esos tres días ¿nos acompañas?
Aquí encontrarás:
¿Cómo ir del aeropuerto a la ciudad?
Día 1
Nuestro vuelo salía a las 11:30 de Barcelona y llegábamos a las 13:05 a tierras turinensas.
Desde la estación dónde nos dejaba el bus que nos traía del aeropuerto, teníamos poco más de un kilómetro andando hasta el hotel. Nos alojamos en el hotel Best Western Plus Executive Torino, un hotel de 4 estrellas bastante moderno y nuevo. Aquí os dejo el link y una foto desde su página web, ya que a nosotros se nos olvidó hacer alguna de nuestra habitación.
Una vez dejamos las maletas, fuimos a buscar un sitio para comer, pero al ser las 15.30 pasadas no fue fácil. Todos los restaurantes de alrededor estaban cerrados o ya no servían comidas. Como siempre, nos salvó McDonald’s, en este caso el de la estación de Porta Nuova.
Que no os engañe el hecho de que Turín fue sede de unos juegos olímpicos de invierno, porque en verano el calor pega, y mucho. Así que después de comer, decidimos pasar un rato en la piscina que tenía el hotel en su azotea. Una terraza súper bonita con hamacas chill out donde poder descansar.
La piscina es más bien pequeñita pero muy mona. La verdad es que nos bañamos solos, así que no necesitamos más.
Después de un buen rato descansando, nos fuimos a pasear por la ciudad a ver qué nos encontrábamos.
Las distancias en Turín son bastante pequeñas, así que la mayoría de nuestras visitas las hicimos andando.
Porta Nuova, Piazza Carlo Felice y Vía Roma
Fuimos andando de nuevo hasta la estación de Porta Nuova, y seguimos por la Piazza Carlo Felice, hasta encontrar la Via Roma.
Via Roma es la calle donde están todas las tiendas que puedas imaginar, desde Zara hasta Michael Kors, pasando por Sephora y Louis Vuitton. A nosotros nos recordó a Paseo de Gracia en Barcelona, todo lleno de tiendas y de gente paseando.
Lo bonito de esta calle es que a ambos lados, tenemos los portici, los típicos pórticos que adornan las calles italianas.
Piazza San Carlo
Al final de la vía Roma nos encontramos con la Piazza San Carlo, donde están la Chiesa San Carlo y la Chiesa Santa Cristina.
Son dos iglesias preciosas del siglo XVII, y dicen de ellas que son gemelas, aunque tienen detalles que las diferencian.
Si habéis estado en Roma, seguro que os resultan familiares, ya que la forma en la que están dispuestas y sus entradas, se parecen mucho a las iglesias gemelas de la Piazza del Popolo (Santa Maria dei Miracoli y Santa Maria in Montesanto) que casualmente datan del mismo siglo.
Esta plaza es una verdadera preciosidad, no solo cuenta con estas dos iglesias, sino que los edificios que la rodean y la estatua que tiene en el centro la hacen un sitio perfecto para sentarte a tomar un helado y ver a la gente pasar.
¿Dónde cenar en Turín? Recomendación!
Después de estar sentados en la plaza un rato, decidimos buscar un sitio para cenar y una vez más tuvimos claro que las cosas no planeadas son las que salen mejor.
Habíamos leído buenas críticas sobre un restaurante, el Monegato Primi secondi a nessuno, un restaurante peculiar que tenía el menú colgado en las paredes y es un local lleno de color. Así que por fotos y opiniones nos convenció y pusimos rumbo hacia allí, y al llegar… estaba cerrado por vacaciones!!!
Pero no tardamos mucho al lado para encontrar dónde cenar. Justo al lado había un restaurante donde la gente no paraba de entrar e incluso había cola. Eran las 9 de la noche de un miércoles y estaba súper lleno, indicativo de que la comida iba a ser buena. No nos equivocábamos.
Pedimos unos Gnocchis con salsa gorgonzola y una pizza 5 quesos. Muy muy bueno. Y acabamos con una panna cotta cubierta de Nutella que estaba para llorar de buena.
Y la verdad es que no estuvo mal de precio, dos platos, dos postres, bebidas y el cubierto (porque en italia te cobran por cubierto, este en concreto 2,10€) por persona, nos costó todo 35€.
El restaurante se llama Il Rospetto y está en en la Piazza Madamme Cristina número 5, por si visitáis Turín y os animáis a ir.
San Salvario
Después de cenar fuimos paseando al hotel por toda la zona de San Salvario, un barrio precioso que está entre el río y la estación de Porta Nuova. A nosotros nos dio la sensación de ser un barrio muy tranquilo y residencial. Como curiosidad, en los interfonos de los edificios ponía el apellido de la familia que vivía en cada piso, así seguro que el cartero no se confunde jaja.
Día 2
Qué raro se nos hizo despertarnos más tarde de las 7 de la mañana estando de viaje. Y es que en la mayoría de ellos, intentamos exprimir tanto el día que rara vez es la que nos despertamos tarde.
Esta vez creo recordar que bajábamos a desayunar a las 9 pasadas, como veis fue una escapada de muuucho relax!
Museo Egizio
Esa mañana pusimos rumbo al Museo Egizio de Turín, considerado uno de los más importantes del mundo.
Y es que los gobernadores de Turín fueron unos enamorados de la civilización egipcia y a lo largo de la historia iban adquiriendo piezas únicas traídas de Egipto.
La verdad es que hay una cantidad de piezas increíbles y puedes tirarte tranquilamente más de dos horas observando todas ellas y aprendiendo un poquito sobre las costumbres egipcias. Sobre todo, el museo tiene una gran colección de sarcófagos, y explica detalladamente como entendían los egipcios la muerte, la necesidad de hacer estatuas que conservaran su espíritu y de dejarles ofrendas, comida y objetos que les pudieran servir por su travesía en la otra vida. Muy muy muy interesante.
La entrada cuesta 13€ por persona e incluye una audioguía muy completa, tanto que tiene hasta vídeos explicativos. Imprescindible para sacarle partido a la visita.
Cuando salíamos del museo eran pasadas las 12 del mediodía, y el calor apretaba un poquito, así que nos tomamos con calma el paseo y visitamos un par de cosas más antes de irnos a comer y a descansar un poco bajo el aire acondicionado.
Piazza Carignano
Justo al lado del Museo Egizio, está la Piazza Carignano, donde se encuentra el palacio del mismo nombre, una de las muchas residencias de la familia real Saboya.
Una plaza con mucho encanto. No sé a vosotros, pero a mi me encantan las ventanas de los edificios antiguos, le dan un aspecto de cuento a cualquier edificio jaja.
Palazzo Madama
Si seguimos por la Via Accademia delle Scienze llegamos al Palazzo Madama, otra de las residencias de los Saboya, que parece ser que no tenían suficiente con un par de casitas.
Es el palacio más curioso que hemos visto nunca, ya que un lado tiene aspecto de »castillo» medieval que data del siglo XIV y el otro tiene un estilo barroco del siglo XVIII muy recargado y señorial.
Dos caras de una misma moneda muy muy diferentes entre ellas que hacen que este palacio sea único.
En la actualidad, el palacio alberga el Museo de Arte Antiguo, así que se puede visitar por dentro. Nosotros no entramos, pero seguro que es espectacular.
Via Po
Desde el Palazzo Madama recorrimos la Via Po, otra gran avenida llena de los famosos Portici, esas calles cubiertas con arcos en sus laterales.
Si giráis por Via Montebello, os encontraréis con el gran símbolo de Turín por excelencia, la Mole Antonelliana.
Mole Antonelliana
Este edificio construido en el siglo XIX, obtiene su nombre del arquitecto que la diseñó, Alessandro Antonelli.
Al inicio de la construcción, este edificio iba a ser una sinagoga judía, pero el arquitecto no le tenía mucha estima a la comunidad judía, así que aprovechando que los costes subían y el tiempo de espera se alargaba, al final decidieron iniciar otra construcción para convertirla en sinagoga y dedicar el edificio iniciado por Antonelli al Rey Victor Manuel II.
Actualmente la Mole Antonelliana, alberga el Museo Nazionale del Cinema, y es que si no lo habéis notado, Turín es el rey de los museos y tiene cientos de ellos.
Además, se puede subir al mirador que tiene arriba, a casi 85 metros de altura. Nosotros no subimos pero deben haber unas vistas impresionantes desde allí.
Solo con acercarte a la Mole ya aprecias su arquitectura singular y como se impone a todos los edificios de alrededor. De hecho, al ser uno de los edificios más altos de la ciudad, lo podrás ver desde diferentes puntos.
Piazza Vittorio Veneto
Después de estar un rato haciéndonos fotos, volvimos por Via Po hasta llegar a la Piazza Vittorio Veneto, una plaza enorme y preciosa, elegante, señorial y llena de terracitas donde poder comer o tomar algo.
Gran Mare di Dio
Cruzando la plaza llegamos al Río Po que bordea la ciudad de Turín. Y antes de cruzarlo hay unas grandes vistas de la Gran Madre di Dio, una iglesia del siglo XIX, que como todo en Turín tiene que ver con los Saboya.
Esta iglesia en concreto, se construyó cuando el rey Victor Manuel I volvió a la ciudad tras vencer a Napoleón.
Tiene una arquitectura y una cúpula que recuerda al Panteón de Agripa en Roma, muy muy bonita.
Quadrilatero Romano
Por la tarde, seguimos nuestra visita paseando por el Quadrilatero Romano. Fundado en época del imperio romano, es el barrio más antiguo de Turín y actualmente tiene mucha vida cuando empieza a caer la noche. Aquí acude mucha gente después de trabajar para tomar el aperitivi italiani.
Bordeando este barrio, encontramos la antigua Puerta Palatina, uno de los accesos a la ciudad de Iulia Augusta Taurinorum, el nombre que recibía Turín en la antigüedad.
La otra puerta que se conserva de este periodo, según cuentan, se encuentra debajo del Palacio Madama.
Y desde la puerta Palatina, veremos la Catedral di S. Giovani Batista, y su Duomo, donde se encuentra el Sacra Sindone, más conocido como la Sábana Santa.
Cuentan que en este pedazo de tela se puede ver una imagen de Jesús, concretamente en el momento de su crucifixión. Hay teorías que dicen que sirvió para cubrir a Jesús y que posteriormente se formó ésta imagen en ella.
Como siempre, hay teorías de todos los tipos, pero si buscáis información es curioso ver como en los negativos de la imagen se puede ver claramente esa imagen.
Piazzeta Reale, Palazzo Reale, Palazzo Chiabese y Palazzo Madama
Desde aquí podemos llegar a la Piazzeta Reale, donde se encuentra el Palazzo Reale, el Palazzo Chiablese y la otra cara del Palazzo Madama.
No hay mucho más que añadir de esta plaza, las imágenes hablan por si solas.
Aperitivi
Como empezaba a caer la noche, fuimos a tomar un aperitivi, que según dicen los turineses, se inventó en ésta ciudad.
El aperitivi es una especie de buffet, donde pagas alrededor de 10€ y puedes tomar una bebida y comer todo lo que quieras.
Nosotros buscamos información en TripAdvisor y fuimos al Km5, que está en pleno Quadrilatero Romano.
Como recomendación pasad un ratito largo charlando mientras vais comiendo y bebiendo, ya que si no os gusta lo que hay en el buffet, no os preocupéis porque van cambiando el tipo de comida. Lo que más abunda son las ensaladas frías de todo tipo, de pasta, de cangrejo, de patata… sin que puedan faltar las mini focaccia para acompañarlo todo.
Y como no podía ser de otra manera, no podíamos irnos de Turín sin probar un gelato de allí.
Os recomiendo muchisisisisisimo la Gelateria la Romana si vistáis Turín. Tienen unos helados espectaculares. Y no solo el sabor del helado, sino que te dan la opción de ponerle nata por encima… que está para morirse!!
Cogimos nuestros helados y volvimos a sentarnos a la Piazza San Carlo, y para nosotros fue un momentazo de tranqulidad. Nada mejor para acabar el día.
Día 3
Empezamos nuestro último día en Turín con la misma calma que arrastrábamos desde que llegamos, que bien sienta un poquito de relax de vez en cuando!
Después de desayunar y dejar nuestras maletas en recepción nos fuimos a coger el metro.
Transporte en Turín. Tipos de tickets y precios.
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[/vc_column][/vc_row]Campo de la Juventus
Nuestro primer destino fue… el campo de la Juventus.
Y es que a Cristian se le encapricha ir a visitar el campo de futbol de la ciudad que estemos visitando. Siempre le digo que no, que hay cosas más interesantes para ver, pero en Turín me pillo con las defensas bajas ya que era nuestro aniversario y celebrábamos que ya llevo aguantándolo 4 años juntos jaja.
Para llegar allí cogimos el metro hasta la estación de Porta Susa y allí cogimos un bus que nos dejo en el estadio que tiene un centro comercial incorporado.
Cristian se conformó con verlo por fuera, tampoco le hacía especial ilusión hacer el tour por dentro, así que una vez se dio por satisfecho cogimos el bus de vuelta a la estación de Porta Susa.
Piazza Statuto y Monumento al Traforo del Frejus
Desde aquí, fuimos andando hasta la Piazza Statuto, donde se encuentra el Monumento al Traforo del Frejus, que conmemora la construcción del Túnel Frejus que fue uno de los primeros en cruzar los Alpes italianos.
Esta zona parece que ha estado siempre rodeada de íntrigas y muy unida a historias de magia negra. En primer lugar se dice que aquí estaba la necrópolis de la ciudad romana, luego se usó para guillotinar a los condenados en la edad media y finalmente se construyó esta fuente en memoria de los trabajadores del túnel.
La fuente está hecha con las piedras que se sacaron de la montaña para hacer el túnel y sobre ellas se pueden ver estatuas de hombres caídos, conmemorando todos aquellos que murieron el a construcción.
En lo alto de ésta pirámide se puede ver una especie de ángel que según hemos leído representa un ángel caído, en concreto representa a Lucifer.
Otras historias más oscuras cuentan que al lado de este monumento, en una alcantarilla, hay una puerta que lleva al Infierno… por si acaso no nos acercamos mucho e hicimos la foto desde lejos de la alcantarilla jaja.
Castello del Valentino
Después de comer, volvimos a coger el metro hasta la parada de Marconi, y volvimos a pasear por el barrio de San Salvario hasta llegar al río Po y pasear por los jardines que hay alrededor.
Aquí vimos el Castello del Valentino, que como no podía ser de otra manera, fue residencia de los Saboya!!
Un Castillo de cuento rodeado por un paisaje verde rodeado por el río, un escenario perfecto para un buen paseo!
Después de esta visita, volvimos al hotel a recoger las maletas, cogimos el metro hasta Porta Nuova y compramos los tickets para el bus de vuelta al aeropuerto.
Los tickets se compran en los bares de alrededor, una cosa que me parece muy curiosa, ya que no hay máquinas ni nada.
Si os acercáis y veis que en el autobús pone »fuera de servicio» no os asustéis, no es que le haya pasado nada al bus y no vaya a funcionar, sino que el autobús en Italia cuando está parado al final de la línea está Fuori Servizio. Pero os dejan subir y será el que os lleve de vuelta al aeropuerto.
Esta escapada a Turín me acabó enamorando, y es que iba con cero expectativas de lo que nos podíamos encontrar. Esto solo me demuestra que uno de mis países favoritos es Italia y como siempre volvemos quién sabe si volveremos a visitar Turín algún día, sin duda es una ciudad que recomiendo un montón.
Hasta entonces ¡a comerse el mundo!