Dónde alojarse en Perú. Los hoteles de nuestro viaje

Helou viajeros! Hoy os vengo a contar Dónde alojarse en Perú y cuáles fueron los hoteles de nuestro viaje.

Como ya he hecho en otros viajes como en Malasia o la Costa Oeste de Estados Unidos, me gusta dejaros opiniones y recomendaciones sobre los hoteles dónde nos hemos alojado para que vayáis de cabeza u os alejéis corriendo!

En este post podéis ver la ruta de nuestro viaje de 20 días por Perú. Así que a continuación os dejo los hoteles donde nos alojamos en estos 20 días de viaje.

Recorrimos un total de 9 hoteles diferentes, unos mejores y otros peores. Aunque ya os adelanto que no hemos sabido elegir tan bien como en otras ocasiones.

En estos hoteles nos alojamos un total de 18 noches de las 20 que pasamos de viaje, ya que dos de ellas las aprovechamos para hacer trayectos largos entre ciudades.

Antes de empezar me gustaría dar datos generales sobre todos los hoteles.

En Lima, la zona más recomendada para alojarse es Miraflores. A nosotros nos encantó. Es una zona residencial donde abundan los hoteles, las tiendas y las avenidas para pasear llenas de restaurantes donde probar la rica comida peruana.

Para la primera noche en Perú, elegimos el Hotel Selina Miraflores. Un hotel tipo boutique en el que cuidan cada detalle de su decoración muy actual.

En el hotel Selina disponen de dos edificios. En uno se encuentran todas las habitaciones y en otro los apartamentos que también tienen disponibles para alojarse.

En el edificio principal, donde se encuentran las habitaciones, además hay una sala de cine, cocina, salas comunes con juegos y muchos espacios comunes donde pasar el tiempo.

El hotel nos gustó mucho , aunque tuvimos un pequeño problema.

A la hora de reservar la habitación, la información que había en la descripción era algo escueta y nos pareció entender que las habitaciones disponían de baño propio.

Nuestra sorpresa al llegar fue que no era así. Algunas de las habitaciones compartían baño.

Intentamos preguntar si les quedaban disponibles otras habitaciones para hacer un cambio, pero teníamos que abonar un suplemento de 50$. Mucho más de lo que nos costaba la habitación. Así que decidimos quedarnos con la que ya teníamos.

He de decir que el baño estaba muy limpio y solo lo compartíamos con otra habitación más.

No obstante, es un detalle a tener en cuenta si para vosotros este hecho es determinante a la hora de elegir hotel.

Su propio nombre lo indica. Más que un hotel es una guest house, así que las expectativas deben de ser menos ambiciosas.

A priori tenía buena pinta, un ambiente tranquilo con pocas habitaciones alrededor de una mini (muy mini) piscina.

Ofrecen »cocina» que no es más que un rincón al lado de la piscina con una nevera y poco más, donde algunos huéspedes se reúnen a charlar de madrugada.

En las habitaciones de la planta baja, la pared de entrada no es una pared tradicional, sino que es una gran cristalera. Lo que hace que el ruido del exterior se note más.

Por último, está »alejado» del centro del pueblo. A ver, Paracas no es muy grande, y alejado quiere decir kilómetro y poco. No obstante, al ser un pueblo algo desolado en algunos lugares, puede dar sensación de inseguridad el camino a según que horas.

Cuando os decía que no hemos tenido suerte con los hoteles que elegimos para nuestro viaje a Perú no era una exageración.

Llegamos a Arequipa tras pasar la noche en bus desde Ica, así que ya arrastrábamos cansancio.

Nuestra intención era irnos a dormir bien temprano ya que el despertador sonaba a las 2:00 de la madrugada para iniciar una excursión por el Cañón del Colca. Nuestra sorpresa vino a eso de las 21:00 -22:00 cuando empezamos a escuchar una música tan alta que parecía que la estaban poniendo en la habitación de al lado.

Esperamos un rato y al ver que no cesaba, bajamos a recepción a preguntar qué pasaba, cuando nos explicaron la situación con el nuevo hostel.

Parece ser que hacía pocos días que cerca del hotel habían inaugurado un hostel para gente joven donde hacían fiestas día sí y día también hasta las tres de la madrugada.

No tenían habitaciones disponibles así que no nos daban ninguna solución, diciéndonos que ya habían llamado a la policía y como tenían permiso no podían hacer nada.

Nos fuimos al Cañón del Colca sin pegar ojo y con las mochilas en recepción devolviendo las llaves con la intención de buscarnos otro hotel donde pasar las dos noches que nos quedaban en la ciudad.

Al volver, nos ofrecieron cambiar de habitación, asegurándonos que en la parte de abajo del hotel no se escuchaba nada. Y el ruido disminuyó muchísimo respecto a la noche anterior. No era un silencio absoluto pero conseguimos descansar después de dos noches en vela.

Conclusión: si os alojáis en este hotel, pedid una habitación de la planta baja por lo que pueda pasar.

Nuestra visita a Puno fue fugaz. Llegamos de noche desde Arequipa y al día siguiente nos levantábamos bien temprano para visitar el lago Titicaca.

Buscábamos algo entre la estación de autobuses y el centro de la ciudad y este hotel cumplía todos los requisitos.

No es para tirar cohetes pero está correcto. Para no variar, la calidad de las ventanas es un tanto escasa y puede entrar frío o ruido.

En este caso, no nos pareció que hubiera mucho ruido y pudimos descansar perfectamente.

Este hotel en Cusco es una monada. Su estética estilo boutique me encanta.

Está en el barrio de San Blas, así que si tú movilidad es limitada y buscas algo con buena accesibilidad, este no es tu hotel. Se encuentra subiendo cuestas y más cuestas llenas de adoquines.

Está muy limpio y está recientemente reformado. No obstante, si sois de sueño ligero, quizás os moleste el ruido.
Las habitaciones rodean un patio interior donde también está la recepción y el lugar dónde se sirven los desayunos. Así que si tu idea es disfrutar de unas vacaciones relajadas en Cusco donde dormir hasta bien entrada la mañana, no te quedes en este hotel.

Aguascalientes, a pesar de ser un pueblo chiquitito, está lleno de hoteles.

Este en concreto está en una zona muy concurrida, rodeado de restaurantes y tiendas.

Como viene siendo costumbre en este post, el hotel es sencillo pero está limpio y suficiente para pasar una noche.

¿Adivináis lo peor? el ruido, por supuesto! No sé qué pasa en Perú que en lugar de puertas y paredes les gusta poner cristal, por lo que todo el ruido de pasillos y entradas se escucha mucho más.

No obstante, con el cansancio de las caminatas, descansamos estupendamente.

Después de nuestra visita a Machu Picchu, antes de emprender la visita al Valle Sagrado de los Incas, hicimos noche en Ollantaytambo, donde nos bajamos del tren.

El hotel está a poco más de 1km andando desde la estación de tren, así que está en una buena zona para no necesitar transporte al llegar a la estación.

Como todos, es sencillo pero correcto. Además es bastante pequeñito, por lo que el ambiente es muy tranquilo.

Al volver a Lima decidimos cambiar de hotel. Seguimos en Miraflores, a dos calles de dónde nos habíamos alojado anteriormente, así que la zona nos sigue pareciendo igual de buena.

Este hotel da la sensación de haber sido una gran casa reconvertida a hotel. Su comedor, recepción y distribución de las habitaciones son como una mansión pero hecha hotel.

Y quizás ese sea el fallo. Se escucha mucho el tráfico del exterior y el ir y venir de los huéspedes de las otras habitaciones.
Además nos tocó una habitación en la planta baja por lo que aún era más exagerado.

He de decir también, que en este caso me parece muy poco apropiado el comportamiento de los trabajadores en cuanto al respeto del descanso de los huéspedes. A eso de las 6-7 de la mañana se reunían en la cocina,  que estaba próxima a nuestra habitación, a desayunar y a charlar y poner música como si no hubiera nadie más.

Así que, avisados quedáis si elegís este hostal. Al menos pedid que os den una habitación en la parte superior.

Llegábamos a Iquitos en un vuelo entorno a las 22.00 de la noche, así que decidimos buscar algo sencillo dónde pasar la noche y a la mañana siguiente emprender la aventura hacia el Amazonas.

El hostal es correcto y tiene una ubicación estupendísima, muy muy cerca de la Plaza de Armas de Iquitos.

Lo único malo a destacar es la lentitud para casi todo que tenían los empleados (tanto es así que casi nos tenemos que ir sin desayunar porque después de media hora no nos habían servido nada).

Además tuvimos la mala suerte de que, como no, eran las fiestas del pueblo, o había alguna fiesta por ahí. Eso es lo que nos dijeron.

No obstante, alrededor había algún que otro pub, así que no os puedo asegurar que fuera algo puntual o se vaya a repetir todas las noches.

A este hotel le dedicaré un post completo ya que no es simplemente un alojamiento, sino que en su estancia incluye toda una experiencia.
Por su precio y opiniones, teníamos las expectativas muy altas y las cumplió con creces.

Todas las noches de hotel, sin contar la experiencia en el amazonas peruano nos costaron 490,55€ / 245,27€ por persona. 

A nuestro parecer es un buen precio para unas 15 noches de alojamiento en una calidad media. En este punto repito que se pueden encontrar hoteles mucho más baratos en Perú buscando alojamientos más sencillos.

Contando la experiencia en el amazonas el coste total sería de 1.210,55€ / 605,27€ por persona. Como veis, el presupuesto se duplica. Aunque es una experiencia que repetiríamos sin duda.

En este post podéis ver cuál fue nuestro presupuesto total para 20 días de viaje por Perú.

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